El actual gobierno español votará el próximo jueves una reforma económica que obliga a pagar unos impuestos añadidos a los juegos extranjeros para fomentar a las desarrolladoras españolas.
La medida ha sido propuesta por el Partido Popular pero el resto de partidos están a favor o se abstienen de votar, ya que la medida viene en un grupo de votaciones que poco tienen que ver con ella.
Se prevee que los videojuegos de fuera de españa se encarezcan un 20% a lo largo del próximo año, sin embargo se espera que los juegos de desarrolladoras españolas aumenten sus ventas en un 40% gracias a la medida, que intenta promover la industria del país.
En las últimas declaraciones del portavoz del gobierno no quedó claro si las empresas españolas que desarrollan para multinacionales, que luego acaban vendiendose en españa estarían afectadas por la medida.
El presidente de la Asociación de Jugadores de Videojuegos de España declaró que esta medida bajará las ventas de los videojuegos extranjeros, pero no aumentará la de los locales, además de aumentar la piratería en gran medida.
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